Fue un amor de esos que hacen historia, de los de escribir en los papeles, de los que parecían tener certificado de garantía de por vida, como los implantes de Vitaldent. Un amor de esos de novela o de cine.
Se le dibujaba la sonrisa nada más verla, ella era su primera opción en la vida, su sonrisa lo absolvía de los pecados, ponía la vida a su servicio mediante promesa, ella era la propietaria porque él se la entregó, la tierra no tiene derecho a quejarse, se secaba y ella la regaba con amor a diario, quererle parecía bastante.
El tiempo pasa y reflexiona acerca de ellos, o no reflexiona y el corazón y la mente, y la cara, miran hacia otro lado olvidando tanto que luego resultó quedarse en nada. El cristal se rompe en mi pedazos y la copa cae al suelo como si nunca hubiese sido copa.
Luego, en alguna parte se escucha una música triste, no se sabe como puede componerse semejante melodía, imagino que los acordes son lágrimas que moja los dedos, suena a oportunidad perdida y a silencio eterno, ese que habla de soledad nueva y tremenda.
Hace mucho frío, más frío, será que la balanza se inclina hacia la inseguridad, será que un pétalo arrinconado bloquea los sentidos, será que hay que revisar las emociones y romper lo días que duelen abriendo las ventanas para dar paso a una posible felicidad.