Ayer mismo, yo tenía quince años y me encerraba en mi cuarto para escribir y que nadie me viera, y antes de ayer, yo era una niña que jugaba en la calle con mis amigas, hace nada yo era inocente y buena, buena pero rebelde y no sé si con causa o sin ella.
Ayer mismo queda ahí detrás de la puerta y aquí dentro en mis recuerdos para nunca volver. Hoy, ahora soy abuela y todavía no me lo creo, no me creo que esa sonrisilla sea toda mi vida, esa sonrisa y la de su madre que empieza a mirar la vida con los ojos de la esperanza nueva.
El chicle del que hablaba el otro día, ha vuelto hacia atrás y no se ha roto...el corazón sí, ese anda pachuchillo a ratos, pero vuelve a bombear sangre nueva cuando mira a su niña.
Somos felices a ratos las tres, formamos un buen equipo que intenta salir a flote, y vamos nadando y nadando con fuerza, avanzamos cada día un poco más y lo que dolía mucho ya duele menos, y lo impensable se piensa, y lo imposible se va haciendo realidad.
Podría escribir en plan rebelde porque causa si que tengo y mucha, pero no quiero perder mis energías en lo que no merece la pena, y porque además las necesito para tirar de este carro llamado vida que pesa tanto.
Cierro el circulo con ellas dentro, somos tres y podemos. Ya escribiré sobre el tiempo, sobre política, sobre todo, cuando ellas se vayan soltando un poco de mí...eso significará que ya hago menos falta y me alegra no hacer tanta falta, señal de que todo vuelve a la normalidad como antes del desastre. Me apetece poner una foto hoy y llamarlas "guapas". Os adoro.
:) Así se habla y se actua. :))
ResponderEliminarUn gran abrazo para las tres ¡guapas!
Puedes estar orgullosa de "ellas", (y te inclu-yo)
ResponderEliminarUn abrazo.
Me alegra tenerte de vuelta. He dejado mi comentario en la anterior entrada, me he confundido.
ResponderEliminarApretaos.
Se me han borrado dos comentarios, no se que pasa.
ResponderEliminar¡Guapísimas!
Besos y salud
Cuanto sinceridad y cuanto amor hay en tus letras. Lo primero es lo que va antes y ahora hay que reorganizar el cuarto de estar, tus mujeres (que ya que estamos, tu hija es muy guapa y tu nieta es una muñeca achuchable de las que se pueden apretujar) y tu podéis con todo con los biberones y los pañales, con la vida y tu cuídate mucho. Abrazos de colores
ResponderEliminarGuapas es poco, Ana: sois preciosas.
ResponderEliminarEsta foto es la del presente, presente, y fuera del presente no hay nada y...¿Cómo que felices a ratos? Elsa es feliz, siempre.
ResponderEliminarUn abrazo pa tres.
Desde luego que es para que estés contenta y orgullosa. Vaya bellezas.
ResponderEliminarBesos
Qué te voy a decir querida Ana, el tiempo es el mejor antídoto para el dolor. Preciosas las dos, besitos para las tres.
ResponderEliminarNo me extraña que las adores….son preciosas Ana !!! hoy me gusta la suavidad con la que has escrito, te siento algo mas relajada el alma, y creo que es bueno ,
ResponderEliminarTe mando un abrazo que os rodea a las tres y tan solo decirte que que son lindas, cuidados mucho .
Una desconocida que os quiere
Gloria
Esos preciosos y vivos ojitos son como los de su abuela!
ResponderEliminarFormais un gran equipo!
Abrazos
Sí que son guapas, guapísimas, sobre todo la criatura, pero que grande esta ya ¡madre mía como pasa el tiempo! Merecéis ser felices y lo seréis.
ResponderEliminarUn beso.
Parece que fue ayer cuando contabas los días para que viera la luz y ya tienes un pedazo de nieta. Muchísimas felicidades por esa preciosidad.
ResponderEliminarMotivos tienes pare escribir de otras cosas y lo harías tan bien como siempre, pero no te des mal. Recréate en tus niñas de la foto, que tiempo habrá para otra cosa.
Bienvenida, Ana.
Ayer, yo también tenía quince años y me encerraba en mi cuarto a escribir... También tuve desastres y necesito fuerza :) Seguro que vuelve la normalidad. Seguro que todo se pone bien cuando se ama.
ResponderEliminarEres una hermosa madre y abuela y tu hermosura se ve en ellas.
ResponderEliminarUn abrazo.