Elsa no está, y la casa es un lugar insoportable sin ella. Los juguetes quietos, las muñecas dormidas, mi corazón frío.
Más que nunca, maldigo la Navidad.
El sábado volverá a entrar la primavera y el silencio se transformará en risas. Hay cosas que no son justas.
Cuando llegan estas fechas suelo ausentarme del blog para dedicar mi tiempo a mi familia, así que te entiendo porque cuando no están la ausencia duele, esta mañana se han ido la mitad y no regresaran hasta primeros de año. Te mando un abrazo por si te sirve
ResponderEliminarSé lo que dices y por partida doble...
ResponderEliminarUn abrazo y ánimo.
No me digas que esa es la nieta que estuvimos esperando contigo hasta que nació. Si es así se te pueden perdonar las ausencias de por aquí, porque es un sol. Cómo pasa el tiempo.
ResponderEliminarUn abrazo.
Esa es la nieta, amor de mí vida. 4 años ya.
ResponderEliminarEl sábado, cuando vuelva la primavera, volvemos a quedarnos sin Ana. :)
EliminarCreí haberte dejado un comentario mas pero no está, te decía que había encontrado esto: Qué maravilla volver a releer todo lo que escribimos haya ya tanto tiempo. Y qué pena que éste blog esté tan olvidado. En esta tarde navideña, el viento me ha traído su recuerdo y como lo pienso lo escribo aquí. Un saludo para todos y feliz año. Y que me había gustado. Otro abrazo
ResponderEliminarSí Esther, me dejaste un comentario en otra entrada, lo que ocurre es que no era para este blog, me equivoqué y la puse aquí. Mil disculpas y gracias.
ResponderEliminarPero mujer, hay tiempo para todo, una sola estación es muy aburrida, en todo, mejor la variedad ¿No? :)
ResponderEliminarBesos y salud
Genín, cada cual sabe sus circunstancias y yo sé porqué lo digo. De cualquier forma la Navidad no es una estación, es una hipocresía invento de los hombres. Nacido el hijo de la Paloma, todos a ser felices. Besos y salud.
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