No quiero epitafio en mi tumba cuando muera, sobre todo porque no habrá tumba en la que los gusanos puedan darse un banquete conmigo o a la que vayan a ponerme flores algunos de los pocos que de verdad me quisieron, me parece un gasto innecesario. Lo de enterrar a los muertos es más bien cosa de los que creen que algún día pasará algo con ellos, que irán al cielo prometido para estar con ese bondadoso padre que tanta males causa con sus venganzas. Con esa gran persona que no es una sino tres, y que además sufrió tanto por nosotros para librarnos de los pecados que algunos no cometimos porque ni siquiera habíamos nacido cuando él decidió sufrir. Yo al menos no se lo pedí y asumo mis propias culpas.
No quiero llantos ni que me echen de menos, quiero pasar desapercibida, un poco de puntillas para que nadie diga : pobre mujer, con lo que era...pero qué soy yo? soy alguien que cree en muy pocas cosas y en casi nadie, y si eligiera un epitafio sería algo así como "que os den por el culo a casi todos, quiero después de mi muerte a los que quise". A medida que voy cumpliendo años y a medida que voy arrastrando mis pies por los caminos, sé exactamente lo que necesito, y cada vez es menos, pocos afectos que cuento con los dedos de una mano, los justos para no morirme ya, lo que me llega en cada palabra de ellos o en cada gesto, o una simple llamada de teléfono, los que siempre están y me miran a los ojos de frente.
Ya no quiero conservar cosas, ni libros, ni souvenirs de los viajes, ni el primer beso que todavía me quemaba en los labios, ni aquél recuerdo último de sus manos en mi pecho, ni a la amiga que no quiso ser mi amiga, ni la postal que me envió aquél verano, ni quiero encontrar personas que se perdieron en el tiempo y en la geografía por mucho que significaran para mí. Quiero simplemente vivir el día sin hacer planes ni para media hora después, quiero desgranar un sólo momento y comérmelo despacio para saborearlo bien, y luego otro y otro, muy despacio. Eso para mí es vivir ahora como quiero vivir, sin más que lo que de verdad me importa. Y me importa tocar con mi alma las sensaciones y echarme a dormir.
Y todo eso lo tienes, porquue cada uno se forja su propia verdad.
ResponderEliminarEs preciosa y justa tu verdad, Ana. Y por eso te quiero.
Un día llegué a tu rincón, y en el sigo, me gustan las personas claras y una buena taza de chocolate espesito.
ResponderEliminar""""" tocar con el alma las sensaciones"""
y me haces sonreir con según que frases tuyas.
besotes Ana
Bueno, ya, casi bien, pero no bien del todo, hoy tienes uno de esos días, porque aunque seas abuela, -o precisamente por serlo- a mi lado eres una cría y tienes mucho que vivir y para quien hacerlo, y quien sabe si para mas gente aún, ni siquiera pienso yo así, aunque bueno, vale, entre tu y yo, casi pienso igual, aunque que tonterías acabo de escribir, cada quién piensa como le sale del forro... :)
ResponderEliminarBesos y salud
Mi querida Ana, no sabes cómo me alegra el volverte a ver con un nuevo blog, echaba en falta tus escritos tan cargados de razón y que tanto me han ido uniendo a ti, sabes que me encanta cómo eres y que te aprecio muchísimo. Y en cuanto al escrito que nos has dejado tengo que decirte que estoy de acuerdo con lo que dices, yo tampoco quiero flores cuando termine mi paso por esta senda, le tengo dicho a Jesús, que me incineren y esparzan mis cenizas por el campo, quiero sentirme libre, no soporto la idea de que me metan en un agujero, ni que mis hijas se sientan obligadas (por la sociedad) a cada 1 de noviembre, como siempre y sin tarjeta, me lleven un ramito de violetas jajaja, no puedo con algunas de las tradiciones que tenemos impuestas.
ResponderEliminarTotalmente de acuerdo con todo lo que dices en tu escrito, espero que estés mas tranquila, tienes una nieta preciosa y estoy segura de que te tiene con la babita caída, cómo nos alegran la vida los nietos ¿verdad?
Un besazo, guapa.
De acuerdo como piensas y sientes, aunque te de igual, ni tan siquiera me conoces...a mi si me importa, me gusta mucho aprender y me has dado buenas lecciones, te sigo sin prisas
ResponderEliminarBesos muchos ♥♥
"Quiero simplemente vivir el día sin hacer planes"... bueno... hay días de paréntesis y otros proyectados hacia los siguientes; lo esencial es disfrutar, saborear tanto los unos como de los otros ¿no?
ResponderEliminarSoy más mayor que tú, ya lo sabes ;) Y si algo me gusta de mi vida actual es precisamente el hecho de seguir teniendo planes (pequeños ya pero planes)
Eres muy joven como para echarte a dormir o dormitar, mujer.
Un abrazote grande.
Buenas noches mi querida Ana, he vuelto a tu casa hoy, y ya que estoy aquí, te deseo una buena noche a tí y a todos tus seres queridos .
ResponderEliminarbesitos
¿No quieres conservar cosas, Ana? Pero por lo que leo conservas "esas" que no se olvidan porque forman parte de un rincón privilegiado, dulce o doloroso, de nuestra memoria. Somos memoria.
ResponderEliminar...y que no arrastras los pies, que yo te he visto andar, tú vuelas.