miércoles, 21 de febrero de 2018



Se acerca el 8 de Marzo, y no habría que celebrar nada si lo que se celebra fuera la norma de esta sociedad machista.  Las mujeres no somos ciudadanas de segunda ni en el trabajo, ni en las categorías, ni en los sueldos, tampoco somos el sexo débil . Pedimos " y no tendríamos que pedirlo " respeto, igualdad, mismo sueldo por el mismo trabajo,  y protección ante la violencia machista. Creo que hace muchísimo, desde siempre, que ya es hora. Es hora de que las mismas madres dejen de ser machistas en la educación de sus hijos. Ahí empieza la igualdad.